lunes, 24 de enero de 2011

EL CAMPITO



En mi infancia a los terrenos baldíos les decíamos “campitos”. Busque en el diccionario y encontré “campizal. Terreno corto cubierto a trechos de césped.”
Eran lugares donde los niños y niñas nos reuníamos a jugar: rondas infantiles, manchas, pelota y remontar cometas.
Yo recuerdo que éramos muchos los que nos reuníamos, sin importar sexo, raza ni condición.
Incluso una vez en una ronda una niña no quiso darle la mano a otra por diferencias raciales y todos nos enojamos con ella.
Unas tardes hermosas y plenas.
El almacén de mi padre estaba en una esquina donde marcaba el fin de la zona urbana y el comienzo de la zona suburbana, menos casas, menos gente.
Todo en la vida tiene su pro y su contra.
Llego el progreso, en 25 años lo suburbano paso a urbano y lo rural a suburbano.
Empezó a poblarse y los campitos a desaparecer, mi hijo llego a jugar en el último que quedaba en el barrio.
Hoy 50 años después no queda ninguno.
Los lugares de reunión son otros, la calle es un peligro.
Incluso los juegos son diferentes.
Ni en la escuela veo cantidad y variedad de niños reunidos en el mismo juego.
¿Ganamos o perdimos?

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